"Conectando comunidades con productores responsables"

El viaje de una bolsa de plástico

Por: Matilde Rada

Una bolsa plástica está hecha de polietileno y nace en una planta industrial donde se usa calor de alta intensidad, que a su vez necesita mucha energía y para ello, petróleo y gas natural, que son combustibles fósiles muy dañinos y causantes de la crisis climática. Las plantas industriales también sueltan gases, como el benceno, a las comunidades locales, causando enfermedades respiratorias y tipos de cáncer.

Se estima que se usan 500 billones de bolsas de plástico en el mundo, las cuales suelen tapar canaletas, causar inundaciones, contaminar paisajes naturales y provocar la muerte de vida silvestre. Cuando el etileno se expone mucho tiempo al sol, es una causa de asma y problemas cardiovasculares.

Se calcula que 10 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos al año. Las bolsas tienden a ser comidas por los animales marinos, lo que causa asfixia, perforaciones intestinales o que sus intestinos se llenen y mueran de hambre.

Una bolsa de plástico tarda 20 años en desintegrarse en el medio ambiente, convirtiéndose en micro plásticos, que son partículas muy pequeñas de 5 milímetros. Estos son casi imposibles de retirar del medio ambiente y ahora mismo están en todas las partes imaginables, incluyendo dentro de nuestros cuerpos.

Hay estudios que han encontrado micro plásticos en la placenta y en la leche materna. Es decir, estamos consumiendo plásticos incluso antes de poder comer.

¿Qué se está haciendo?

La prohibición de las bolsas de plástico se está extendiendo mundialmente, lo que ha llevado a la reducción de 40 millones de libras de basura plástica al año. Pero, estas medidas han revelado que las personas reciclan sus bolsas plásticas para otros usos, como bolsas de basura o para recoger las caquitas de sus perros. El efecto negativo de la prohibición ha sido el aumento de la compra de bolsas de basura, que son más gruesas y tardan más en degradarse.

El lado oscuro de las bolsas de papel y de tela

Las bolsas de papel utilizan más agua y más energía para manufacturarse porque su procesamiento involucra químicos tóxicos, uso de maquinaria pesada y más uso de combustible para su transporte. Al prohibir el plástico, aumenta la demanda de papel, incrementando las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, las bolsas de papel provienen de árboles y esto implica más deforestación.
Dato curioso: 1 bolsa de papel tendría que ser usada 3-43 veces para neutralizar su impacto ambiental en comparación con 1 bolsa de plástico.

Las bolsas de algodón tienen más impactos ambientales negativos, si se toma en cuenta no solo las emisiones de gases de efecto invernadero, sino el uso de agua, la contaminación del aire y el daño a los ecosistemas. 1 bolsa de algodón tendría que usarse 131-20.000 veces para ser mejor climática y ambientalmente que usar 1 bolsa de plástico usada una vez. Sin embargo, al llegar al océano y la tierra, las bolsas de plástico son claramente peores.

Si somos honestas, ¿estamos usando las bolsas de papel 20 veces y las bolsas de tela miles de veces?

Basta de deprimirnos. ¿Qué hacemos?

La forma más amigable de llevar a cabo nuestras compras es usando la misma bolsa una y otra vez.

Las mejores bolsas reusables son las de poliéster o de polipropileno, que tienen la huella de carbono más pequeña por uso de 1 vez, e incluso estas deben ser usadas docenas y docenas de veces para ser ambientalmente más amigables que 1 bolsa de plástico.

Si hablamos de políticas de bolsas, los impuestos son mejores que las prohibiciones, porque son tan efectivos para promover el uso de bolsas renovables, pero ofrecen la flexibilidad para que las personas puedan reutilizar las bolsas plásticas.

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